Amontillado Cayetano del Pino.

"Elevando la calidad a lo absurdo del precio"

Cayetano del Pino constituye una colección de altísima calidad en sus productos. Hace algunos días pedí en un bar de Jerez su amontillado. Al verlo en la copa, me sorprendió la grandeza de sus matices dorados elevadísimos, con tímidos reflejos de tonos rubíes. Un color que me recordó a los viejos amontillados jerezanos.

Una vez puesta la copa en la nariz, me llamó la atención el intenso olor a una gama amplísima de barnices, de madera vieja, lo que ya me indicaba que se iba a tratar de un amontillado de carácter, hondo, y de largo recorrido.

En boca cambió todo lo que me dejó en el olfato, al ir pasando de avellanas a toques salinos pronunciados, al ir llevando la potencia de su sabor a los laterales de la lengua. Notamos persistencia, complejidad, seco en el inicio y ácido tapados por el efecto de años en la madera. Post-gusto prolongado. Efecto del aumento de alcohol en la madera, que nos regala matices diferentes. El efecto velo de flor nos despista el nivel de glicerina, lo que nos explica esa prolongada sequedad en el retrogusto.

Al salir de este viaje por los cinco sentidos, se me ocurrió elevar mi interés e ir a buscar este vino a algún establecimiento. Al verlo, me sorprendió la alta graduación que contenía - 21º - y me dirigí al encargado para interesarme por ello. Me comentó que estábamos ante un amontillado de larga edad, unos 15 años de envejecimiento medio. De ahí volaron todas mis dudas y me hizo ver que mis sospechas eran ciertas. Hablamos de un vino, como dice Josep Roca al referirse al vino de Jerez - "...precios que rozan lo más absurdo (los más)..." en el que me apoyo para hablar de este, para mí, descubrimiento.

Concluyendo, nos encontramos con una joya enológica, de la que se sabe, creo, bien poco, y a la que le pongo mi máxima calificación por el gran trabajo que realizan los enólogos y capataces de esta bodega jerezana. Mi enhorabuena.